La primera mención conocida de esta expresión aparece en las
Annotations upon the Old and New Testament (IV, 605), escrita por John Trapp en 1654 y, desde entonces, se ha utilizado en los estudios lingüísticos para referirse a ese momento en el que quien lee se encuentra con un vocablo desconocido.
Pero, ¿Qué significaba hápax antes de todo eso?
Después de regresar del Hades (el mundo de los muertos en la mitología), Omero nos relata cómo Ulises y su tripulación llegan a los dominios de la reina Circe, quien, a propósito de ese viaje, les dice: -“Desdichados vosotros que habéis descendido vivos a la morada de Hades; seréis dos veces mortales, mientras que los demás hombres mueren
sólo una vez…”.
El propósito de este sitio en Internet no es otro que servir de apoyo al estudio de la lengua castellana y la literatura en educación secundaria. Lo he llamado así porque creo que esa palabra transmite la emoción que el aprendizaje y la enseñanza en todas sus formas pueden despertar diariamente en cada persona: la posibilidad de encontrar algo desconocido o no atendido, el deseo de observarlo y la gratificación de comprenderlo.
De este modo, porque los libros pueden ser fuentes, espejos, ventanas en muros de piedra, habitaciones con vistas, manuales de instrucciones y aún muchas cosas más, si como dijo Circe a Ulises y sus hombres, quienes viajan al Hades mueren dos veces, de quienes viajan hacia el saber (y buscan, leen, piensan, aprenden) puede decirse que mueren menos que el resto de los humanos, porque viven al menos dos veces: su propio camino y ls otros mil que empiezan cada vez que se abre una página.